Os suena la foto, ¿verdad? Normal, es una de las fotografías
más famosas del mundo. Hace 25 años de esta fotografía. Pero seguramente,
aunque todos recordéis haber visto esta imagen alguna otra vez, pocos sabréis
el trasfondo de ese momento, la historia que hay detrás. No es solamente un
ciudadano chino enfrentándose en solitario a unos tanques. También representa la lucha contra la opresión y en
pos de la libertad.
Pongámonos en situación. 4 de junio de 1989. China, un país que desde 1949 hasta el día de hoy es gobernado por el partido único, el Partido Comunista de China liderado por Mao Zedong. Pero el líder tradicionalista chino muere en 1976 y deja un vacío en el Gobierno que lo ocupará Deng Xiaoping, el cual emprenderá una serie de reformas, sobre todo económicas mediante una mayor liberalización del mercado, con el fin de solucionar los grandes problemas de China, como la hambruna. También persistían otras preocupaciones como eran la creciente inflación y la altísima corrupción. En cuanto al entramado político toma unas tímidas medidas que no se podría considerar que otorgaban grandes libertades, incluso creo que se podrían tachar de despóticas. Deng, aunque dispuesto a cambiar el régimen comunista chino en muchos aspectos, pertenecía al núcleo duro del Partido Comunista Chino y no iba a tolerar que el partido dejara de abarcar el poder de manera absoluta.
Por otro lado, al ser un único partido, se desarrolla una
lucha ideológica entre el seno del mismo. Así se establece una división entre
la línea dura y los reformistas. Al mismo tiempo se desarrolla una oleada de
protestas a favor de mayores libertades. La parte dura del partido, junto a
Deng, afirmaba que no iba a tolerar un aumento de las libertades políticas y
sociales ya que opinaban que China se había expuesto demasiado al pensamiento
político occidental. Por otro lado, los reformistas apoyaban ampliar el régimen
de libertades, especialmente en cuanto a la libertad de expresión y de prensa.
Uno de los más famosos políticos reformistas fue Hu Yaobang,
el cual falleció por un infarto. Tras su muerte un gran número de estudiantes
chinos a favor de otorgar mayores libertades al pueblo salieron a la calle en
protestas cada vez más masivas. El Gobierno intentó desprestigiar estas
manifestaciones mediante métodos como publicaciones de prensa que atacaban
peyorativamente a estos movimientos. Sin embargo, este hecho aumentó el número
de manifestantes.
La mayoría de quienes acudían a las protestas eran
estudiantes. Gran parte de sus reivindicaciones se basaban en una mejora de las
condiciones académicas y de las residencias de estudiantes. Curioso es que
entre estas reclamaciones también demandaban Democracia. Digo que es curioso
porque muchos de ellos no sabían que significaba exactamente esta palabra, pero
todos querían más de ella, más Democracia. Lo cierto es que apoyaban el régimen
político, no se oponían a él, solo pedían solucionar los problemas económicos,
la corrupción y otorgar mayores libertades. A favor de ello algunos de los
manifestantes decidieron emprender una huelga de hambre.
La mayor parte del resto del mundo no nos enteramos de lo
que estaba ocurriendo en China hasta que la visita Mijaíl Gorbachov atrajo un
gran número de medios periodísticos.
Apenas hubo intentos de diálogos y se declaró la ley
marcial. Para quien no sepa que es la ley marcial es un estado de excepción en
la que un país deja de aplicar las normas ordinarias, acabando con muchas
garantías legales y pasando a ser controlado el país por el cuerpo policial o
incluso por las Fuerzas Armadas. Es una de las medidas más duras que puede
imponer un Gobierno y casi semejante a una guerra.
Los estudiantes dejaron las manifestaciones y la huelga de
hambre y pasaron de ser un movimiento de protestas a defenderse contra la
represión militar del Ejército Popular de Liberación. De ser una manifestación
estudiantil se convierte en una revuelta de todo el pueblo. De hecho la
resistencia popular consiguió detener al ejército en algunas ocasiones.
Se recrudecían los enfrentamientos y ambos bandos empezaban
a perder el control. En el movimiento de protestas, que comienza las
manifestaciones con una posición moderada, aparecen otros movimientos más
radicales. Pero todos pedían Democracia, aunque parece que ninguno sabía lo que
era o al menos no llegaban a comprenderla. Aun así, la imagen de la Democracia
no desaparece de la mente de los manifestantes y erigen “La Diosa de la
Democracia” frente al retrato de Mao.
La contestación que tuvo el Gobierno comunista chino fue el
ataque indiscriminado contra todo aquel que se encontrará por la calle mientras
intentaban llegar a la plaza de Tiananmen para sofocar a los manifestantes.
Todo el pueblo que no se encontraba en Tiananmen salió a la calle a detener al
ejército para que no llegara a la plaza aun a riesgo de sus vidas. Pero el
Ejército Popular de Liberación (curioso que se llame de “liberación”), con
armas de guerra, sofocó las revueltas en todo Pekín.
No se sabe cuántos muertos hubo exactamente. Los primeros datos del
Gobierno chino comunicaban que murieron más de mil soldados frente a unos 20 “contrarrevolucionarios”.
Estas cifras son totalmente falsas, y aunque no se sabe cuántos murieron
exactamente según la Cruz Roja China murieron 2600 manifestantes. Tras esto el
Gobierno chino pasó las facturas a las familias de aquellos que habían muerto
por el coste de las balas empleadas para matarlo.
La plaza de Tiananmen es vigilada por la policía secreta y
estos hechos olvidados por quienes los vivieron e ignorados por quienes aun no
habían nacido. Por desgracia a ojos de un gobierno totalitario, tal y como sostienen
las autoridades chinas, “en China no hay disidentes, solo delincuentes”.
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