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jueves, 5 de junio de 2014

EL PUEBLO QUE OLVIDA SU HISTORIA ESTÁ CONDENADO A REPETIRLA


Os suena la foto, ¿verdad? Normal, es una de las fotografías más famosas del mundo. Hace 25 años de esta fotografía. Pero seguramente, aunque todos recordéis haber visto esta imagen alguna otra vez, pocos sabréis el trasfondo de ese momento, la historia que hay detrás. No es solamente un ciudadano chino enfrentándose en solitario a unos tanques. También  representa la lucha contra la opresión y en pos de la libertad.


Pongámonos en situación. 4 de junio de 1989. China, un país que desde 1949 hasta el día de hoy es gobernado por el partido único, el Partido Comunista de China liderado por Mao Zedong. Pero el líder tradicionalista chino muere en 1976 y deja un vacío en el Gobierno que lo ocupará Deng Xiaoping, el cual emprenderá una serie de reformas, sobre todo económicas mediante una mayor liberalización del mercado, con el fin de solucionar los grandes problemas de China, como la hambruna. También persistían otras preocupaciones como eran la creciente inflación y la altísima corrupción.  En cuanto al entramado político toma unas tímidas medidas que no se podría considerar que otorgaban grandes libertades, incluso creo que se podrían tachar de despóticas. Deng, aunque dispuesto a cambiar el régimen comunista chino en muchos aspectos, pertenecía al núcleo duro del Partido Comunista Chino y no iba a tolerar que el partido dejara de abarcar el poder de manera absoluta.
Por otro lado, al ser un único partido, se desarrolla una lucha ideológica entre el seno del mismo. Así se establece una división entre la línea dura y los reformistas. Al mismo tiempo se desarrolla una oleada de protestas a favor de mayores libertades. La parte dura del partido, junto a Deng, afirmaba que no iba a tolerar un aumento de las libertades políticas y sociales ya que opinaban que China se había expuesto demasiado al pensamiento político occidental. Por otro lado, los reformistas apoyaban ampliar el régimen de libertades, especialmente en cuanto a la libertad de expresión y de prensa.
Uno de los más famosos políticos reformistas fue Hu Yaobang, el cual falleció por un infarto. Tras su muerte un gran número de estudiantes chinos a favor de otorgar mayores libertades al pueblo salieron a la calle en protestas cada vez más masivas. El Gobierno intentó desprestigiar estas manifestaciones mediante métodos como publicaciones de prensa que atacaban peyorativamente a estos movimientos. Sin embargo, este hecho aumentó el número de manifestantes.
La mayoría de quienes acudían a las protestas eran estudiantes. Gran parte de sus reivindicaciones se basaban en una mejora de las condiciones académicas y de las residencias de estudiantes. Curioso es que entre estas reclamaciones también demandaban Democracia. Digo que es curioso porque muchos de ellos no sabían que significaba exactamente esta palabra, pero todos querían más de ella, más Democracia. Lo cierto es que apoyaban el régimen político, no se oponían a él, solo pedían solucionar los problemas económicos, la corrupción y otorgar mayores libertades. A favor de ello algunos de los manifestantes decidieron emprender una huelga de hambre.

La mayor parte del resto del mundo no nos enteramos de lo que estaba ocurriendo en China hasta que la visita Mijaíl Gorbachov atrajo un gran número de medios periodísticos.

Apenas hubo intentos de diálogos y se declaró la ley marcial. Para quien no sepa que es la ley marcial es un estado de excepción en la que un país deja de aplicar las normas ordinarias, acabando con muchas garantías legales y pasando a ser controlado el país por el cuerpo policial o incluso por las Fuerzas Armadas. Es una de las medidas más duras que puede imponer un Gobierno y casi semejante a una guerra.
Los estudiantes dejaron las manifestaciones y la huelga de hambre y pasaron de ser un movimiento de protestas a defenderse contra la represión militar del Ejército Popular de Liberación. De ser una manifestación estudiantil se convierte en una revuelta de todo el pueblo. De hecho la resistencia popular consiguió detener al ejército en algunas ocasiones.
Se recrudecían los enfrentamientos y ambos bandos empezaban a perder el control. En el movimiento de protestas, que comienza las manifestaciones con una posición moderada, aparecen otros movimientos más radicales. Pero todos pedían Democracia, aunque parece que ninguno sabía lo que era o al menos no llegaban a comprenderla. Aun así, la imagen de la Democracia no desaparece de la mente de los manifestantes y erigen “La Diosa de la Democracia” frente al retrato de Mao.

La contestación que tuvo el Gobierno comunista chino fue el ataque indiscriminado contra todo aquel que se encontrará por la calle mientras intentaban llegar a la plaza de Tiananmen para sofocar a los manifestantes. Todo el pueblo que no se encontraba en Tiananmen salió a la calle a detener al ejército para que no llegara a la plaza aun a riesgo de sus vidas. Pero el Ejército Popular de Liberación (curioso que se llame de “liberación”), con armas de guerra, sofocó las revueltas en todo Pekín.

No se sabe cuántos muertos hubo exactamente. Los primeros datos del Gobierno chino comunicaban que murieron más de mil soldados frente a unos 20 “contrarrevolucionarios”. Estas cifras son totalmente falsas, y aunque no se sabe cuántos murieron exactamente según la Cruz Roja China murieron 2600 manifestantes. Tras esto el Gobierno chino pasó las facturas a las familias de aquellos que habían muerto por el coste de las balas empleadas para matarlo.


La plaza de Tiananmen es vigilada por la policía secreta y estos hechos olvidados por quienes los vivieron e ignorados por quienes aun no habían nacido. Por desgracia a ojos de un gobierno totalitario, tal y como sostienen las autoridades chinas, “en China no hay disidentes, solo delincuentes”.

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