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martes, 22 de julio de 2014

CONFLICTO EN GAZA

Quien no se haya enterado todavía de lo que está ocurriendo en Gaza es por qué ha vivido ausente a este mundo durante todos estos años. Y más todavía en estas últimas semanas apareciendo noticias todos los días sobre el conflicto. Desde este mismo momento hasta 24 horas atrás han muerto 100 palestinos según la OLP (Organización para la Liberalización de Palestina).
Se cumple medio mes desde que la operación militar israelí “Margen protector” comenzara a llevarse a cabo y las cifras que está dejando son escalofriantes. Israel ha perdido a 27 soldados y son muertes que deben lamentarse. Pero es que Palestina ha sufrido, en tan solo 15 días, la muerte de más de 580 palestinos (más de eran 100 niños), la mayor parte de ellos civiles ajenos al orden militar, más de 3.700 los heridos, más de 10.000 hogares han sido totalmente demolidos y otros tantos parcialmente. Además se ha cifrado un total de 100.000 personas que se han visto forzadas ha desplazarse, a abandonar sus hogares por los constantes bombardeos y convertirse en refugiados.

Sin embargo, aun siendo un conflicto tan mediático poco se sabe de él y muchos desconocen las causas que lo originaron. Sobre esta operación en concreto, Israel se ha basado en que era necesario para la supervivencia de su país debilitar el terrorismo y a Hamás (Movimiento de resistencia islámico yihadista que aspira a implantar un Estado islámico en toda la extensión de Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza). Hamás en busca de sus objetivos no solo ha empleado la política, también ha recurrido en numerosas ocasiones a la violencia y la lucha armada, pudiendo tacharse, y de hecho se ha hecho, como organización terrorista. De este modo la intervención actual de Israel es una respuesta a los ataques que Hamás realizó contra el pueblo israelí.

De todas formas este conflicto comenzó hace muchos años cuando muchos de nosotros ni si quiera habíamos nacido. Debemos remontarnos a 1948.
Mandato Británico de Palestina.
En realidad aun debemos mirar un poco más atrás. Si comenzamos a fijarnos a partir del siglo XIX vemos que esta zona pertenecía al extinto Imperio Otomano, pero desde el año 1920 Palestina paso a ser un Mandato Británico, con una extensión mucho mayor de la actual (incluía toda la Cisjordania y Transjordania). Tras todo lo acontecido en la Segunda Guerra Mundial se desarrolla un conflicto entre árabes y judíos, y las Naciones Unidas buscan una solución, ya no solo para intentar evitar un conflicto, también llevando a cabo una política descolonizadora. Durante todo este tiempo toma gran fuerza el sionismo (dado este nombre por un monte cercano a Jerusalén, Sión). Es un movimiento político nacionalista que pretende atraer toda la migración judía de vuelta a Israel. ¿Cuál era el problema? Que los palestinos ya estaban por ahí y como los judíos tenían derecho a quedarse.

La ONU desarrolló un plan para repartir el territorio y dividir varias zonas palestinas y otras israelíes, junto a la especial situación de Jerusalen (resolución 181 Naciones Unidas). Pero como de costumbre, el ser humano suele recurrir a la violencia y la barbarie. Así hemos llegado hasta nuestros días tras numerosas negociaciones fallidas y gran cantidad de dolor.
Palestina, junto a sus aliados de la Liga Árabe, no acató la repartición del territorio de Naciones Unidas y lo mismo ocurrió con Israel apoyada por otros países, especialmente Estados Unidos.
Se fueron sucediendo oleadas de guerras, como la de 1948 que no era una guerra palestino-israelí si no árabe-israelí (incluyamos dentro del bando árabe a Egipto, Siria, Transjordania, Líbano, Irak, Arabia Saudí y Yemen, entre otros beligerantes). Israel consigue independizarse y en estas guerras gana terreno a Palestina, hasta tal punto que hoy en día supera con creces el territorio asignado por Naciones Unidas sin contar además con otros medios de colonización y asentamiento que ha podido llevar a cabo.
Territorio de Palestina (verde) e Israel (marrón) a lo largo del tiempo.

Volviendo al presente, Israel está en todo su derecho de proteger a su población y su país del terrorismo palestino, porque terrorismo hay (solo hay que pensar en Hamás), pero para ello no vale cualquier estrategia. Los civiles son inocentes de cualquier atentado al Estado de Israel. Por otro lado, en mi opinión, no debemos quedarnos con la imagen de que Palestina es un cordero entre lobos, la víctima indefensa del conflicto. Es cierto que lo que le está ocurriendo a Palestina en estos momentos es totalmente injusto, pero en el pasado ha cometido actos igualmente reprobables.

Así es como veo yo la situación actual. Israel puede y debe protegerse, pero con medios mínimamente justos (aunque ninguna guerra sea justa). A mi parecer y a modo de ejemplo, lo que está ocurriendo es como si Francia bombardeara España y entrara en guerra con el país porqué hay una organización terrorista, por ejemplo ETA, que amenaza a Francia, a su territorio y a sus gentes. Si esto ocurriera, aunque repito que es un ejemplo totalmente ficticio para iluminar mi explicación, a mi, personalmente, me daría igual que es lo que hubiera ocurrido. No toleraría que otro país pudiera hacer tanto daño al mío y a mis seres queridos. Y es que en Palestina no mueren soldados, muere gente normal, civiles, que no tienen culpa de esa guerra.
Por algo será que uno de los eternos aliados de Israel, Estados Unidos, a comenzado a cuestionar la actuación del ejercito israelí.

Tal y como dijo la filósofa francesa Simone Weil, “a primera vista el mal de las guerras son los muertos y la destrucción. Eso podría hacernos pensar que se trata de un mal menor, si la causa es justa. Pero lo bien cierto es que existe otro mal de las guerras, de todas las guerras, que pone en entredicho que alguna pueda ser justa. El mal de toda guerra es que aumenta el error con el que los humanos se juzgan a sí mismos y a los demás, lo que no puede sino avivar las causas de la violencia.”


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