Primero quiero disculparme por no haber
subido una entrada el jueves de la semana pasada. Pero es verano y
cuando se está de vacaciones a veces hay casi menos tiempo que
cuando tenemos que atender nuestras obligaciones ordinarias.
Dicho esto, hoy, consultando por
internet algunos periódicos, me he encontrado con una noticia
curiosa, que tal vez pase desapercibida, especialmente si la
comparamos con otras como la muerte de Di Stefano (que en paz
descanse). Resulta que el Gobierno de España está elaborando un
anteproyecto de Ley sobre la venta de mascotas, especialmente perros
y gatos.
En esta línea, debería apuntarse
primero algún caso que venía a regular más timidamente la venta de
animales de compañía. A principios de este año el ayuntamiento de
Zaragoza aprobó una ordenanza que prohíbe la exposición de
mascotas en los escaparates de las tiendas de animales, además de
regular otros temas concernientes a la mayor comodidad de los
animales en estos establecimientos. En resumen, lo que se quería
buscar era reducir la compra compulsiva de animales domésticos para
que, entre otras cosas, disminuyera el abandono de mascotas.
Y es que en España, al menos con datos
del año pasado, se abandonan un animal de compañía cada 3 minutos.
Esto hace un total de más de 150.000 animales al año abandonados
(datos Fapam). Al igual que en muchos otros temas hacemos record en
comparación a la media europea. Las causas ya las sabemos todos. Son
especialmente tres: el comienzo de las vacaciones de verano y poder
disfrutarlas sin un animal que nos quite tiempo, lo grande que se ha
hecho aquel cachorro que era tan mono y la finalización de los
periodos de caza.
Pues bien, el anteproyecto de Ley del
Gobierno iría por aquí, pero aun limitaría mucho más la situación
de las tiendas de animales. Los principales objetivos son evitar las
compras compulsivas y la separación temprana de los cachorros de sus
madres. Su regulación se centra especialmente en perros y gatos. Son
muchas las medidas: mejoras de condiciones, espacios suficientemente
saludables, impedir la separación de los cachorros de sus madres...
Pero una es la medida estrella, que dice, y cito literalmente, “queda
prohibida la comercialización de animales en las tiendas de
mascotas, así como su exhibición y exposición al público con
fines comerciales.” Otro punto a remarcar es la multa, que puede
alcanzar hasta una cuantía de 200.000€, por matar a un animal.
Si tenéis curiosidad aquí os dejo un
enlace a un pdf de este anteproyecto
(http://www.rsce.es/web/images/rsce/noticias/BorradorAPL_comercio_tenencia_responsable_perros-gatos.pdf).
Pero que sepáis que como es un anteproyecto no quiere decir que se
vaya a probar íntegramente y que está totalmente abierto a
reformas.
En cuanto a que opinión me merece la
medida creo que es de aplaudir. Son muchas de las cosas que se
podrían hablar, pero si nos centramos únicamente en la prohibición
de venta estoy totalmente de acuerdo. La única razón por la que
alguien desearía comprar a un animal en una tienda de animales antes
que, por ejemplo, en una perrera, sería por tener un cachorro
pequeño (del cual seguramente se cansarán los dueños cuando
crezca), por tener un perro con pedigree o
por que sencillamente piensa que los perros de una perrera son
chuchos mal cuidados.
Sobre esto último
he de comentar que estuve unos pocos días (tres o cuatro solamente)
en la Protectora de Animales de Alcañiz cuidando de los perros que
ahí tenían y he de decir que están muy bien cuidados, sanos y que
no son en nada inferiores a cualquier otro perro de una tienda de
animales.
Por
último me parece interesante comentar como ha ido cambiando a lo
largo de la historia la percepción de los animales. Ya con el
Derecho Romano (fundamental para entender nuestra sociedad hoy en
día), e incluso tiempos anteriormente, se entendía que los animales
eran cosas, más exactamente cosas semoviente (capaces de moverse por
si mismo), destinadas a servir a las personas. Sería curioso
recordar que entonces tenían prácticamente la misma consideración
los esclavos. Conforme pasaba el tiempo se ha ido reconociendo más
derechos a los animales, en primer lugar para dar protección
económica a su dueño y más tarde por una simpatía y ampliación
de las concepciones morales de la sociedad hacia los animales. Hoy en
día, parece ser, que de unos derechos que tenían los animales por
el mero hecho de ser propiedad de personas, ahora son poseedores de
derechos por el hecho de ser seres vivos.
Como
me gustaría aportar mi granito de arena quiero dar a conocer la
asociación de la que os hablaba antes y os dejo la página web de la
Asociación Protectora de Animales y Plantas del Bajo Aragón.
http://www.apap.es/
No hay comentarios:
Publicar un comentario