Pues aquí estamos. Escribiendo la última entrada de mi blog
“Más grande era Roma”.
Lo cierto es que, ahora que escribo el nombre del blog estoy
recordando el tiempo que me costó prepararlo y acuñarle un nombre que fuera
apropiado. Pasé por nombres graciosos y pésimos y otros demasiados serios. Al
final me decidí a buscar en el refranero popular y encontré esta frase: Más grande era Roma y cayó. No es un
refrán que se escuche mucho, de hecho poca gente me ha dicho que lo conociera,
pero me pareció un nombre totalmente apropiado, que aportaba una mínima
seriedad y bastante curioso. Y es que al fin y al cabo entiendo esta frase cómo
que no importa quién esté en el poder, todos somos seres humanos y el poder se
desgasta y acaba. Todos los imperios de la historia han tenido un principio y
un final y siempre será así.
Como es un post de despedida simplemente quiero deciros
cuales han sido las razones por las que me veo forzado a terminar con esto
(pero puede que no para siempre). Lo principal (y es por la razón por la que no
pude subir esta entrada ayer) es el tiempo. El tiempo es oro y yo debo de ser
pobre porque dispongo muy poco de él. La universidad me quita bastante tiempo
pero a eso hay que sumarle otras cosas como el inglés (Aprovecho para deciros
que hoy en día es básico, tanto como podría ser tener la ESO, el tener un
mínimo nivel de inglés. Ahora tener inglés no te diferencia de los demás, para
conseguir eso es necesario hablar otra lengua además de la materna y el inglés),
otras actividades como la música y además todas las semanas surge algo que me
quita más tiempo todavía. Y aunque es cierto que aun me queda un poco de tiempo
libre, prefiero emplearlo para estudiar o para descansar. En más de una
ocasión, ponerme a escribir se ha convertido en una obligación que en una
diversión.
Aparte del tiempo que ocupa escribir las entradas y
preparármelas –no es tan simple como coger el ordenador y empezar a aporrear el
teclado, es totalmente necesario informarse de cualquier tema del que se vaya a
hablar, de hecho yo nunca hablo de las cosas que no sé, a diferencia de los
ignorantes que opinan de todo– buscar un tema sobre el que hablar me obliga a
tener prácticamente todo el día el blog en la cabeza. Muchas veces encuentras
temas de los que hablar pero no te convencen o descubres uno mejor mientras
duermes o cuando vas por ahí con los amigos y necesitas apuntarlo.
Además, aunque dije que no me importaba que me leyera mucha
o poca gente siempre es un aliciente que el número de lectores aumente conforme
pasa el tiempo. En mi caso ha ocurrido al revés. Empecé los primeros post con
una media de 100 u 80 visitas y ahora apenas puedo llegar a las 20. Se
perfectamente porque ha ocurrido esto, no he conseguido promocionar el blog. Un
enorme fallo que cometí pero el cual sabía que iba a suceder. Un blog, como
cualquier otra página de internet, necesita promoción. Hay que ser un experto
en marketing y averiguar la forma de atraer nuevos lectores y situar en un
adecuado lugar tu blog. Desde que empecé, simplemente no me dedique a este problema, me bastaba con
escribir, y estaba bastante seguro de que esto iba a matar a Más grande era Roma.
Me fastidia acabar ya con esto, aun tengo muchos temas sobre
los que tenía pensado hablar (pena de muerte, aborto, curiosidades históricas,
cualquier noticia que pudiera salir…) pero me veo en la necesidad de dejarlo y
centrar mi atención en otras cosas.
De todas formas todo esto ha sido una gran experiencia.
Cuando empecé con esto aprendí que todos tenemos nuestras propias opiniones,
pero no es lo mismo pensarlas que sacarlas de la cabeza en intentar plasmarlas
con letras. Empiezas a darte cuenta de posibles fallos que podría tener tu manera
de pensar o incluso refuerzas más todavía aquellas ideas. Además, me ha
permitido documentarme sobre muchos temas que simplemente nombramos o nos
suenan y luego te das cuenta que no tienes ni idea. Un claro de ejemplo de esto
fue cuando hablé de las revoluciones que ocurrieron hace tiempo en Tiananmen.
Conseguí aprender mucho sobre esto, y es más, recuerdo que luego hable con un
amigo sobre este tema desde un punto de vista diferente y aun aporta más a los
conocimientos que tenemos. Esto demuestra la importancia del diálogo y de
procurar saber y conocer antes de hablar.
Tampoco puedo olvidar que ha sido una experiencia a través
de los nuevos medios de comunicación. He aprendido lo complicado que es dar a
conocer un blog y expandirlo. No basta con hacer tu trabajo. Aunque fueras el
mejor del mundo, sino das a conocer tu trabajo nadie te lo va a poder
reconocer. De hecho muchas veces es más importante esta parte de marketing que
el propio trabajo en sí.
Para acabar ya, quiero dar las gracias a todos los que
alguna vez me habéis leído y especialmente a aquellos que han leído todas o
casi todas mis entradas. También a los que me habéis estado apoyando con esto.
Sé que parece muy tópico, pero es que de verdad me siento agradecido. Un blog es una cosita fácil de hacer, y que
de hecho mucha gente hace, pero cada vez que recibía una felicitación por algún
post que había gustado o por el blog en sí, eso, te ayuda a seguir adelante.
Pero no penséis que esto quiere decir que voy a terminar de escribir. Sigo teniendo un espíritu crítico y curioso y procuraré mantenerlo hasta que me muera. Tal vez vuelva a la carga más adelante mediante un blog u otro medio, no sé. De momento, todo lo que aquí he escrito aquí se va a quedar.
¡MUCHAS GRACIAS Y HASTA LUEGO!
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